Hoy voy a compartir unos sentires, algo que me atravieso y siento y vivo diferente ahora…
Muchas veces buscamos algo en nuestra belleza exterior: afirmarnos, sentirnos a gusto con nosotras mismas, dar una imagen…etc
Con las experiencias que voy teniendo en mis encuentros de la peluquería consciente me doy cuenta que ya somos bellos pero que no lo vemos, o más bien necesitamos que alguien o algo (corte,color…) nos lo recuerde. Tengo el honor de tocar la dulzura de esas bellas personas que se dejan caer entre mis manos, es un regalo inmenso para mi el de abrir estos espacios de descubrimiento, de Belleza pura. Cada encuentro tiene su maravilla, cada ser que se permite llegar aquí me abre su corazón y me acaricia suavemente. Estoy agradecida y emocionada de Sentir toda esa Belleza que vibra en nosotros. Las palabras no llegan a tener el sentido de lo que siento por eso digo que es un honor compartir este rincón de Amor con los corazones valientes que se permiten amarse.
El título del post estaba enfocado en el reflejo exterior de nuestro sentir interior, de como estamos energéticamente, pero me desvié un poco jejejejeje.
La piel, el cabello, las uñas y cada célula de nuestro cuerpo refleja el estado de nuestro Ser, de como estamos por dentro. La calidad del cabello su fragilidad, su textura, su densidad, su volatilidad… son formas de decir algo, de hablar y expresar el estado del Ser. El cuero cabelludo también habla… una dermatitis, una descamación, una sensibilidad; rabia reprimida? miedo a lo desconocido? Otras formas del Ser de expresarse. Y como estas hay muchas. Leer el cabello y la piel es maravilloso, hay mucha información de como esta la persona en este preciso momento. Reflejo…
Nos preocupamos por cositas «banales» que a la larga afectan alguna parte de nuestro vehículo, vamos estresados por el ritmo que tiene la ciudad, el trabajo y muchas otras cosas. Últimamente detectaba la necesidad en mis clientes de bajar el ritmo, de relajarse, de soltar el control.
¡Que bello espejo! Y cuando lo sueltas todo vuelve a la calma y los espejos te devuelven la imagen de un mar suave que se mece con tranquilidad en la orilla.
Cuantos regalos que me doy a través de estos encuentros.
Gracias a todas y todos los que pasaron entre mis manos estos últimos meses, me aportan la felicidad y la certidumbre de que estoy dando al mundo una parte de Vida.